Aquí va un ejemplo más de la pésima estrategia turística chilena. Nos pasó al volver a Chile Chico. Comentamos a alguien que queríamos ir a Argentina a visitar la archiconocida cueva de las manos (50 euros la entrada y es una réplica, la verdadera sólo es para investigadores) pero nos "daba paja" (dar pereza) los 400 kms que tendríamos que recorrer solo para el caso. Fuimos remitidos a Ferdinando que "sabe como llegar" a la cueva de las manos de Chile Chico. Sólo él.Ni siquiera los de la oficina de información turística. De hecho, se dice que Ferdinando se encargço de retirar las señales que habían para llegar hasta ella.
Después de contactar con Ferdinando, nos dijo que la visita constaba de una caminata de 10 kms, donde además de la cueva, se podía ver el valle de la luna, la piedra enclavada y diversas aves (condores en vuelo bajo, aguilas, ...), todo ello por 25 euros.
Así que decidiendo entre 400 kms de "nada" y 50 leuros o un presunto ladrón de señales, nos decidimos por la segunda opción.
Y desde luego que valió la pena. El caso es que las Pinturas Rupestres que buscábamos están en cuevas en un monte al que hay que subir en una caminata, están expuestas casi al aire libre, abiertas a cualquiera que alcance a llegar hasta allí, sin ningún tipo de protección, como si tuviesen el mismo valor que una pintada callejera.
En la cueva encuentras pinturas de 2 épocas, de hace más de 9000 años y de hace 1500 años. En el periodo intermedio debió de haber unas cuantas erupciones volcánicas que impidieron a los Tehuelches habitarlas. Las pinturas que se ven son animales, alguna cosa medio geométrica y manos positivas y negativas (mancha de las manos en la pared o color soplado sobre la mano, dejando el negativo de la mano en la pared). El tamaño del animal dibujado se refería a la tamaño del rebaño de guanacos, y la longitud del cuello indicaba la distancia de la cueva a la manada. Las manos eran una parte del ritual de la tribu, siendo el jefe el que marcaba la primera mano y a su lado los guerreros, por encima los ancianos, después las mujeres y ,por último, los niños.
Al parecer los Tehuelches pueden considerarse una raza perfecta, tenían buena organización social, no permitían matrimonios si entre los cónyuges existían menos de 5 grados de parentesco (para evitar consanguinidad), medían entre 2,20 y 2,40 metros, Sí, sí, habeís leido bien. No caminaban, iban al trote, y en caso de correr, podían llegar a los 100 km por hora (según el guía).
Como casi siempre, los britanicos estuvieron por acá y se llevaron un "trocito" (1 metro cuadrado de pared con pinturas) de pared para examinarlo...ahora todavia está en el British Museum, y sin fecha de vuelta.
YT, ademas de aprender tantísimas cosa, y enseñarnos otras como la misteriosa piedra enclavada (que nadie sabe quien la puso ahí, ni con qué fin,... ni siquiera el que averiguó la velocidad a la que corrian los Tehuelches ... por cierto, a ver si nos encontráis en la base en la foto), nidos de halcón sobre mierda milenaria de águila (en el que las aguilas dejarian de anidar para siempre si uno de nosotros nos acercasemos demasiado, dejando rastro de nuestro olor).
Por la noche, sin jeep ya, dormimos en Coyahique, "la gran metrópolis de la Patagonia", en un hostal en el que casualmente nos volvimos a encontrar con Jordi y Julia. Un hurra por los encuentros casuales del Camino.
sábado, 22 de mayo de 2010
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Estimado, interesante articulo pero tu ignorancia referente al lugar me deja perplejo no basta con saber escribir para opinar si no mas bien informase bien y luego opinar. los antecedentes que entregas son demasiados imprecisos.
ResponderEliminarSi quieres información precisa y exacta del lugar que describes te dejo mi correo para que la solicites.
chochstetter@gmail.com
Saludos
PD: Y si escribes sobre otro lugar el cual visites te recomiendo que primero te informes.