sábado, 17 de abril de 2010

Puerto Natales y Torres del Paine - Patagonia sur chilena 2 .. (uff que titulo)

A medida que se alarga el viaje, los paisajes van cambiando (por ejemplo, hoy vimos como todavía un soldado chileno manejaba un vehiculo teledirigido buscando minas antipersona), pero si hay algo que se repite son las mismas caras de los mochileros en cada pueblo.

Así que cuando llegamos a la casa de nuestro anfitrión en Puerto Natales no nos sorprendió encontrarnos a las catalanas Sandra y Marina; aunque fue mayor la sorpresa al ver que además que la familia Albornoz (2 adultos, 4 hijos, 1 perro de 3 patas y un gato) tenían acogidas a otras 10 personas además de nosotros 4. Cuando llegamos se nos ofreció una habitación con 2 camas individuales y un sofa para los 4, aunque al volver de nuestra vuelta por el centro, ya había 3 turcos ocupando el sofa.

La "cena internacional" incluyó platos de diferentes países y en ella nos informamos de posibles rutas que podíamos hacer en el parque nacional del Paine, considerado el paraiso del trekking en Chile y reconocido internacionalmente. Por cierto, aunque la cena estuvo bien nos quedamos con ganas de probar la especialidad regional, ostiones con queso.

A las 7 am del día siguiente cogimos el bus al parque con nuesta provisiones, con nuestros bastones y serias dudas sobre nuestra capacidad o no de culminar los 5 días de ruta por el Paine.

El primer día fue el más díficil ya que incluía una subida de 6 horas con 1 desnivel de 800 metros de altitud. Eso si, los paisajes fueron impresionantes, subiendo la primera montaña tenías una visión general del valle, en cuanto la ladeabas entrabas en un "mundo de hobbits" donde nos sentímos diminutos: enrtamos y salimos de 1 bosque frondoso, vadeamos un río y finalmente, quasi-escalamos un pedregal para encontrarnos de frente con la majestuosa vista de las torres, con el lago verde turquesa a sus pies. ¡¡¡Valió la pena!!!

Por la noche nos alojamos en un refugio de montaña (no es la ieda española de refugio, se parece más a un mini hotel de lujo donde se paga por todo, pero era eso o tienda de campaña y ... ahora en otoño y en los andes, las noches no son de bermudas y tirantes ..). La gente del albergue no eran muy amigables, más bien secos. No entendemos su mala cara cuando intentamos calentar una lata de alubias en 1 estufa de leña, ¡¡ somos españoles!!

El segundo día se suponía más facil, ya que la mayor parte del camino era bordeando un lago glaciar, sin embargo la última parte se nos hizó muy díficil debido a los fuertes vientos. Lo mejor del día fue el amanecer donde disfrutamos de un arco iris como dibujado por un niño pequeño, naciendo en el lago y acabando en la montaña.

El tercer día, se trataba de subir al mirador francés, con vistas al glaciar de mismo nombre y estruendosos aludes como banda sonora. Enhorabuena a Belén que llegó al mirador Británico y consiguió una vista envolvente de las montañas. El refugio de esa noche, fue uno de 5 estrellas con internet y todo!!.

El cuarto día, el camino nos llevaba al glaciar Grey, menos espectacular que el famoso Perito Moreno, merece la pena por ser menos visitado y además tuvimos la suerte de poder coger trozos de hielo en nuestras manos. Esa noche compartimos brebajes varios (vino y pisco sour) con una pareja chilena y fuimos "calientes" a la cama.

El quinto día fue la vuelta a la civilización pero no antes de echar un último vistazo al macizo montañoso y admirar la famosa vista de "los Cuernos del Paine" después de un paseo en catamarán por el lago.

La llegada a casa de los Albornoz fue un shock de pasar de la tranquilidad de la montaña al barullo de una casa siempre llena (esta noche eramos 25 ya que la perra había tenido crias en nuestra ausencia). El plato caliente que nos esperaba en la mesa al llegar no tiene precio.

martes, 13 de abril de 2010

Patagonia Sur Chilena - Punta Arenas

Nuestra entrada a la Patagonia Chilena, direccion norte desde Ushuaia, fue Punta Arenas. Tras 10 horas entretenidas en bus viendo guanacos, ñandus (buscar en www.wikipedia.org) y policia de frontera.

Comenzamos a entender las verdaderas dimensiones de esta tierra conocida como la Patagonia. Puedes viajar 100 o 150 kms entre una casa y la siguiente (por lo que entendemos que no van a comprar pan ni periodico diario).

Y el espacio que "queda" entre casas y poblados (llamemosle agrupacion de unas 15 viviendas), B Chatwind lo describió como "el desierto patagónico, un mar de malezas espinosas de un gris verdosa que crecen en manchas y se levanta en los terraplenes. El polvo blanquecino se levanta de los salitrales y en el horizonte, cielo y tierra se funden en 1 todo incoloro". Aunque nosotros no se nos ocurre más palabras que "la nada".

El paisaje patagónico ira cambiando durante nuestro recorrido hacia el norte tanto en Chile como en Argentina, pero de momento lo mejor que se puede hacer durante tantas horas de viaje es dormir.

Desde Punta Arenas fuimos a ver los pinguinos que todavía no habían emigrado de la colonia Otway.

También estamos instaurando la moda de visitar parques naturales a los que nadie más va, asi que en el parque de Pali Aike fuimos los únicos que dimos al trabajo al guardaparque (literalmente), y que asombrabamos a los numerosos guanacos que pacían en el místico paisaje lunar. 6 horas de caminata por el parque y lo que más valió la pena fue estar dentro de 1 antiguo volcán y de un maar (no es error ortográfico, www.wikipedia.org os lo dirá). El entorno es el ideal para rodar películas tipo "Mad Max" o "Dune".

Como homenaje esa noche cenamos en 1 tasca soportando lo hortera del local y entendiendo la buena fama que tiene el marisco por aqui: comimos un excelente pudín de centolla y almejas en salsa verde.